Misión, Visión y Objetivos Educacionales
Con la ola inmigratoria que se produce en Argentina a partir de fines del siglo XIX y principios del XX, encontramos entre los inmigrantes sirios y libaneses, grupos de ortodoxos dependientes del Patriarcado de Antioquia, que se radican en diferentes provincias de nuestro país.
En Córdoba estos ortodoxos constituyen el germen de lo que llega a ser la Parroquia San Jorge, al reunirse bajo la dirección del Padre Murad Suaid, quien arriba a la Argentina en 1910.
Así celebrando la liturgia en casa de este sacerdote, comienza la organización parroquial, que se concreta primeramente en la creación del Centro Ortodoxo de Córdoba, entidad que representará jurídica y administrativamente a la comunidad parroquial, en mayo de 1918.
En 1921, y después de grandes esfuerzos, se adquiere el terreno para la construcción del templo, el cual es consagrado el 26 de julio de 1926 y dedicado a San Jorge.
Además en esa década se crea una escuela, con la íntima convicción de esos inmigrantes que la educación es uno de los pilares fundamentales sobre los que se construye una nación. Lamentablemente esa escuela, después de algunos años, tuvo que suspender su funcionamiento.
Pero esa semilla no se perdió y con el correr de los años, los hijos y nietos de esos inmigrantes, imbuidos por esos mismos ideales y en fidelidad a sus mayores, toman la decisión de crear en 1980 el Centro Educacional San Jorge, bajo el patrocinio jurídico del Centro Ortodoxo de Córdoba.
En el año 2008 se abre el turno tarde del Nivel Inicial con dos Salas (de 4 año y 5 respectivamente) y una sección del 1er grado. Desde el año 2013 se completó la división B.
El Ministerio de Educación en 1984 otorga la Adscripción a la Educación Oficial Provincial. En el año 1988 se completa el Nivel Primario.
El Nivel Secundario inicia su actividad en 1990 en la jurisdicción provincial, es decir dependiente de la DGIPE.
La propuesta educativa se inicia bajo el lema: “Nuestra misión es Educar…Educar es ayudar a crecer” con una “formación personalizada y personalizante”.
Sustentada en esa convicción es que el Logo original del Colegio es un árbol como símbolo de vida, con raíces familiares, espirituales y culturales profundas, que se alimentan de la tierra de la Familia, de la Iglesia y de la Escuela, con sentido e imagen Trinitario. El tronco del árbol es robusto cobija en su copa el símbolo de la pareja (dos palomas), la que promueve la vida, la libertad, una prolongación del “hogar”, la Patria, como contenedora y la Familia que tiene su prolongación en la Escuela.
Vemos también el cielo y la tierra, realidad divino-humana de la escuela, y la bandera símbolo de la Patria, todo iluminado por el sol del Dios Trinitario, en esa figura en donde Jesucristo es la Luz, el Espíritu Santo es el Fuego y el Calor que da el Sol.
La proyección de toda la simbología del Logo es “formar comunidad”. Por ello, una breve frase intenta esbozar el contenido del símbolo, aunque sin agotarlo: “Crecer…en el amor prepara al niño a vivir en comunidad”.
En el año 1986 se realiza en Junín (Pcia de Buenos Aires) un Encuentro Pedagógico Nacional de los centros educativos de la Iglesia Ortodoxa de Antioquia en Argentina para fijar posición frente a las reformas que proponía el Congreso Pedagógico Nacional, concluyendo con la elaboración de un documento que definiera la identidad de estos Centros Educativos y una aproximación a la Redacción del Ideario Pedagógico de todos estos Centros que se concretó poco tiempo después.
Este Ideario sostiene que el eje de la acción educativa de este Centro Educacional, y de todos los otros pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa, es la Formación del Hombre Nuevo según la visión cristiana del Hombre y del Mundo (Cosmos), sustentada en las Sagradas Escrituras, en la Santa Tradición de la Iglesia y los Santos Padres.
El sentido de enseñanza personalizada y de integridad que desde el comienzo se quiso dar a la formación se expresó en las materias extracurriculares que se implementaron desde el comienzo en el nivel inicial, continuaron luego como premisas de enseñanza en el nivel primario y en el nivel secundario.
En síntesis, nuestro Centro Educacional San Jorge aspira a lograr una educación que sea generadora de hombres y mujeres que alcancen y conozcan lo que es la auténtica dignidad de ser personas y que, a la vez, estén sólidamente preparados para desempeñarse tanto en el ámbito laboral como en el de estudios superiores, con el deseo profundo de trabajar para cimentar un mañana pleno de esperanza para nuestros niños y adolescentes.
El crecimiento de este Centro Educativo ha sido paulatino desde su creación en 1981.
Somos conscientes que estamos construyendo nuestra propia historia y queremos que todos los integrantes de ésta Comunidad Educativa: Parroquia, Comisión Directiva, Representante Legal, Directivos, Docentes, Alumnos, Padres y Administrativos, seamos protagonistas de la misma.
“Nuestra misión es educar… educar es ayudar a crecer”
La misión de una institución refiere a su identidad: a las creencias, valores, tradiciones, herencias y consensos que conforman la singularidad de la propia escuela construida a través de su historia.
Hablar de identidad es hablar de ideario educativo como el conjunto de ideas, valores y principios que construyen la misión institucional. Desde este enfoque respondemos a la pregunta ¿Quiénes somos?
Los Centros Educativos de la Iglesia Católica Ortodoxa de Antioquia de la República Argentina, son instituciones al servicio de la formación del hombre nuevo.
Viven como eje de su acción educativa, este ideario elaborado acorde a la visión cristiana del hombre y del mundo, sustentada en la Santa Tradición de la Iglesia.
Concepción antropológica
Conciben al hombre creado a “Imagen y semejanza de Dios”. Por ser imagen de Dios, la humanidad debe imitar la naturaleza divina.
Impulsan una educación integral y armónica, que coloca como protagonista del proceso educativo al educando para que potencie su creatividad y desarrolle su libertad responsable, capaz de lograr la felicidad que significa “participar de la felicidad de Dios” (San Gregorio de Nisa).
Procuran una educación que tenga en cuenta la persona total, sus características personales, sus talentos, reconociendo como única fuente de autoridad a Dios en la búsqueda permanente de la verdad.
Concepción de la educación
Entienden a la educación “como proceso de perfeccionamiento de las capacidades específicamente humanas”, en el que convergen autoridad y libertad hacia un paulatino crecimiento que lleve desde la heteroeducación hacia la autoeducación.
Los pedagogos fomentan una acción educativa que personalice y que se base en una relación interpersonal positiva que se exprese a través del discernimiento, fortaleciendo al educando en la consolidación de su propia libertad.
La educación es vivida no sólo como formación de la persona humana sino también como una práctica social que selecciona y transmite bienes culturales, concibiendo la cultura como la expresión de las realizaciones creativas del hombre que implica una reflexión crítica en la transposición didáctica.
Se promueve un proceso educativo que conduzca las potencialidades humanas hacia la plenitud del hombre libre espiritualizado en todos sus planos y procurando que la libre voluntad humana se abra a la voluntad divina a través de la SINERGIA.[1].
Bajo la espiritualidad ortodoxa se propone un estilo de educación trinitaria-testimonial-abierta-dialogal-personalizante-fraternal y coherente.
Se alienta una educación que:
Por lo tanto se concibe a la escuela como:
La visión se refiere a la proyección institucional. Es la imagen construida colectivamente sobre la escuela y desde la cual se proyecta al futuro a través de objetivos concretos, materializables a corto y mediano plazo, que reflejan deseos, valores, compromisos que esperan verse cristalizados.
La imagen de la escuela que pretendemos para las familias que eligen nuestra propuesta educativa, es reforzar todo cuanto se ha expresado en la Misión y además que toda la Institución Educativa, en sus tres niveles, responda a la propuesta de fe y amor realizada por la Parroquia San Jorge y que de este modo dé origen a una escuela confesional cuyo objetivo principal sea:
la formación integral y armónica del educando, sustentada en un humanismo cristiano.
En la misma confluyen el impartir el saber y la fe que, desde la verdad del Evangelio, se expresa en vida, en un ámbito natural y permanente como es la Comunidad Educativa.
Se concibe a la educación y a la escuela
El estilo de educación que pretende la Ortodoxía es la de concebirla a ésta como la misión que no se agota en transmitir unilateralmente conocimientos, sino que debe acompañarse de una comunicación totalizadora a través del contacto personal. Esa es la manera de enriquecer y apoyar la totalidad de las facultades de la persona.
Desde esta perspectiva interviene el Gabinete Psicopedagógico realizando una tarea personalizadora atendiendo situaciones individuales y grupales en vistas al desarrollo integral de los educandos y contribuyendo con el clima de bienestar de la comunidad educativa.
Desde este ámbito también se sostiene anualmente el proyecto de orientación vocacional destinado a los alumnos de sexto año del nivel secundario. Estas intervenciones acompañan en el reconocimiento de la propia vocación y la construcción del proyecto de vida.
En cuanto al educador, su función es orientar al educando, a fin de que éste descubra sus potencialidades y limitaciones e incorpore conocimientos y valores para transferirlos al medio donde le toque actuar. Existe un verdadero proceso de enseñanza-aprendizaje cuando se da el diálogo y el enriquecimiento mutuo en la valoración docente-alumno.
Se debe tener en cuenta en la tarea educativa que libertad y conocimientos necesitan disciplina, guía y cuidados especiales para que la inteligencia y la libertad busquen como herramienta constante el discernimiento.
Esta es la labor habitual de los maestros, profesores y preceptores siendo, también reforzada en el nivel secundario por la tarea de los docentes tutores de cada curso quienes atienden necesidades y problemáticas de los grupos alentando la participación positiva de los alumnos en su propio proceso de formación. Esta orientación es complementada por el proyecto de Formación en Valores que, a través de la convivencia con el otro, en el diálogo, en la sinceridad y en la práctica de los valores humanos otorga la verdadera enseñanza que lo guiará toda la vida. Es fundamental despertar en los adolescentes el verdadero sentido de la vida desde valores que humanizan y ayudan a crecer.
Queremos preparar a los educandos para:
Orientando la formación hacia el compromiso con la comunidad anualmente los alumnos de nivel medio, desde la especialidad en Humanidades y Ciencias Sociales, realizan intervenciones a través de tareas solidarias que requieren actitudes de servicio y entrega al prójimo; las mismas le permiten comprender la realidad que viven otras personas en otros ambientes. Este tipo de trabajo permite desarrollar capacidades de trabajo en equipo y de liderazgo, además de generar la creatividad, pensamiento crítico, valores que se pondrán en juego al proyectar y llevar a cabo en las acciones programadas.
Con la finalidad de preparar a nuestros alumnos para su desempeño en el mundo globalizado, desde el espacio curricular de lnglés se propone un viaje educativo al exterior como una experiencia rica de intercambio cultural, posibilitando a los educandos una rica experiencia para abrir la mente, marcando una etapa fundamental en su maduración y personalidad.
En conclusión podemos decir que nuestra institución con la adhesión de padres y alumnos, quiere realizar una Propuesta Educativa que exprese coherentemente los fundamentos del contrato fundacional. Es decir, queremos formar personas íntegras, con sentido de servicio, comprometidas con la comunidad y con la construcción de una sociedad justa y libre encaminada hacia un destino de plenitud y felicidad.
Es importante destacar que la educación ha de llevarse a cabo en un marco responsable; por eso es necesario rever el PEI, el PCI, los criterios de evaluación y la metodología de trabajo, a fin de lograr la adopción de pautas básicas para que se refleje en la práctica y en la teoría que sustenta la acción educativa.
Estrechar el vínculo IGLESIA-FAMILIA-COMUNIDAD-ESCUELA, posibilitando la interacción educativa y social articulando fe, vida y cultura.
Revitalizar el accionar pedagógico a través de estrategias flexibles que conduzcan hacia un progresivo y continuo desarrollo institucional.
Formar la comunidad, descubriendo y desarrollando las aptitudes y talentos (Mateo 25:14-30) que cada uno ha heredado de Dios, en una vida orientada desde la fe, hacia el amor y la libertad, con honestidad y responsabilidad.
Lograr, a través de la capacitación permanente, el crecimiento profesional y personal de directivos y docentes. Este último a través de la fe vivida y testimonial que se proyecta en relación a sí mismo y a sus semejantes.
Propiciar un aprendizaje en equipo basado en el diálogo, la confianza y un proceso de reflexión en donde se combinen las capacidades individuales.
Promover un ámbito educativo que forme en el respeto y la tolerancia; un clima en el que todos convivan y crezcan como persona según la concepción cristiana de la misma, descubriendo, aceptando y vivenciando los valores trascendentes.
Enseñar a pensar, estimulando el desarrollo del pensamiento [3]clásico, [4]creativo y [5]crítico posibilitando la aplicación de los conocimientos instrumentales básicos.
Consolidar la formación de hábitos tendientes a lograr conductas adecuadas a cada persona que posibiliten el crecimiento armónico en el plano espiritual, cultural, físico y moral, el espíritu de investigación, experimentación y reflexión.
Estimular acciones tendientes a valorar la familia como núcleo básico de la sociedad y como pilar de la educación.
Favorecer la apertura a la comunidad, a través de proyectos de intervención y participación solidaria.
Consolidar el amor a la Patria, a sus símbolos y a sus próceres, favoreciendo el desarrollo de una identidad comprometida con la forma de vida democrática.
SINERGIA: formar a la persona en valores cristianos para alcanzar la perfección divina.
(Jn. 17,21)
Pensamiento Clásico:
Pensamiento creativo:
Pensamiento Crítico:
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